domingo, 25 de mayo de 2008

ALGUNOS CONSEJOS PARA PREVENIR Y CURAR LA HIPERTENSIÓN



La hipertensión es una enfermedad frecuente y común que si no se controla bien, puede generar otras enfermedades, más graves aún, como las cardiovasculares. Cambiar los malos hábitos de vida y cultivar buenas costumbres es de lo más eficaz para prevenir y curar esta enfermedad.

En el espacio de hoy, les comentaremos 8 buenas costumbres, útiles y prácticas, para bajar la hipertensión.

1). Disminuir el ritmo a la hora de hablar. Cuando una persona habla muy rápido, su presión arterial puede subir un 50 por ciento porque, en este caso, generalmente, está nerviosa.

Hablar despacio y tranquilamente es bueno para el tratamiento de esta enfermedad.

2). Enfadarse lo mínimo posible, sobre todo por cuestiones insignificantes. Cuando surgen tensiones o diferentes opiniones en el trabajo o en la vida, es bueno escuchar a los demás con paciencia. De esta manera, la presión arterial se mantiene en un nivel normal; de no hacerse así, la presión arterial sube rápidamente. Y es peligroso para las personas que tienen hipertensión.

3). Practicar deporte. Es recomendable el deporte o algunos ejercicios físicos, según la edad y el estado de salud. A la semana, conviene repetirlos unas 3 veces. A saber, pasear lentamente o con cierta velocidad; practicar el Taiji por lo menos 20 minutos cada vez, etc. Hacer estos ejercicios favorece la mejoría de la hipertensión.

4). Trabajar en un ambiente tranquilo. En una investigación realizada entre 118 personas, se demostró que cuando se trabaja en un ambiente en tensión, la presión arterial per cápita, subía 4 milímetros. Incluso el ruido, aunque dure muy poco tiempo, afecta a la presión arterial, que puede subir. Los investigadores hicieron otro experimento: Dejando a 100 personas un tiempo de meditación diaria de 20 minutos, doce meses después, se comprobó que la presión arterial de estas personas bajó 11 milímetros de promedio.

5). Consumir apio con frecuencia. Según pruebas clínicas, el consumo de apio ayuda a bajar la presión arterial de forma efectiva. Además, la bolsa de pastor (capsella) también permite bajar la presión arterial por contener colina. Según la materia médica del Dioscórides, en 1542, el doctor Andrea Mattioli da Siena ya recomendaba la capsella bursa-pastoris "contra las hemorragias y pérdidas cuantiosas de sangre". En la antigua Castilla se sabe de su utilización por las mujeres para cortar las hemorragias producidas por el ciclo menstrual.

6). Consumo frecuente de plátano. El plátano es rico en potasio. Ingerir potasio en cantidades moderadas favorece el mantenimiento de la presión arterial en niveles normales. Es conveniente comer uno o dos plátanos cada día.

7). Consumo frecuente de ajo. Ingerir 2 0 3 dientes de ajo todos los días es un sencillo y buen remedio, favorable para bajar la presión arterial. Los expertos hicieron una investigación con un grupo compuesto por 415 integrantes. El resultado demostró que la presión arterial de los que comían entre 600 y 900 gramos de puré de ajo cada día bajaba 11 milímetros de promedio. Por la cual, sabemos que el ajo puede ayudar al organismo humano a producir, en cantidades moderadas, un fermento que evita la hipertensión.

8). Tomar leche todos los días. La leche contiene abundante calcio y la hipertensión está estrechamente relacionada con la falta de calcio. Tomar leche todos los días es bueno para mantener una presión arterial normal. Es preferible ingerir leche desnatada.

A continuación, les hablaremos de la prevención de la demencia senil.

Un grupo de expertos hicieron investigaciones analizando las costumbres alimenticias de 1.500 personas durante 20 años. De sus resultados se deduce una advertencia: cuando las personas, sobrepasada la mediana edad, consumen en exceso alimentos con grasa saturada de animales, las células nerviosas de sus cerebros se veían afectadas. El peligro de padecer la enfermedad de demencia senil puede aumentar hasta un 50 por ciento. Sin embargo, si durante este período, se consumen alimentos con grasas no saturadas tales como pescados y aceite de oliva, este peligro disminuye mucho. Por eso, los investigadores creen que, a partir de la mediana edad, las personas deben disminuir el consumo de alimentos con exceso de grasas saturadas, como leche y mantequilla, entre otros.

Finalmente, les hablaremos sobre la enfermedad de parkinson.

Algunos expertos hicieron investigaciones entre 80 mil enfermeras durante 24 años. De ellas se desprende que si una persona duerme más de lo normal, la tasa de probabilidad de padecer parkinson aumenta. Por ejemplo, si una persona duerme 9 horas cada noche, la probabilidad de padecer esta enfermedad es del 80 por ciento más que en una persona que duerme menos de 6 horas; es del 60 por ciento en la persona que duerme 8 horas y del 10 por ciento en aquella que duerme 7 horas.

Además, señalan que el trabajo nocturno puede disminuir la probabilidad de padecer esta enfermedad. A saber, las personas que trabajaban 3 noches cada mes a lo largo de 15 años, presentaban una tasa inferior en un 50 por ciento al de aquellas que sólo trabajaban de día. En realidad, dormir en exceso puede ser un síntoma de principios de parkinson.

2 comentarios:

Proteccion Civil Municipio Los Salias dijo...

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JUAN dijo...

Soy hipertenso y con tres medicamentos tengo controlada la tensión. Eso quiere decir que ya estoy curado de la hipertensión?